CHIKI LORA

Nacido en Málaga cuando España se calzaba las botas
de Naranjito, Chiki Lora maduró en Madrid y ha aca- bado con sus huesos –y sus canciones- en el País Vasco. Trotamúsico por naturaleza, como atestiguan tantos kilómetros recorridos en compañía de los demás miem- bros de Canteca de Macao durante tantos y tantos años -formación en la que era compositor, cantante y guitarris- ta- Chiki Lora ha encontrado en su aun breve carrera en solitario el remanso de paz que ansiaba.
No es extraño que haya bautizado a su segundo LP con el nombre de “Ura”, que en euskera significa “agua”. Un nombre que le viene como anillo al dedo, pues como el agua Chiki Lora es un artista tan natural como imprevisible. No se ata a ningún genero, sino que bebe de todos. No entiende de barreras, sino que fluye libre. Y es, como el agua, capaz de pasar del torrente a la placidez, de moverse entre los rápidos de un río a nadar en la tranquilidad de un lago.
Así es la música de Chiki Lora. Así es “Ura”. Un océano de sonidos tan dispares como seductores, del reggae al funk, de la salsa a la rumba. Siempre con ese concepto tan libérrimo de la melodía al que nos tiene tan acostum- brados. Así era también “Sumando”, su anterior trabajo discográfico en solitario, otro catálogo de seres y estares vinculados a la pura variedad de estilos. Siempre trata- dos, eso sí, con el máximo respeto.
Corría entonces el año 2016. Corazón y alma de Cante- ca de Macao junto a su querida Anita Kuruba durante quince años, seis discos y una infinidad de concier-
tos, Chiki Lora decidió lanzarse a su primera aventura en solitario de la mano de El Volcán Música. “Sumando” –no podía ser otro nombre para un artista que no entien- de de restar- nacía de su propia necesidad como artista
de seguir comunicándose a través de sus composiciones, “un puñado de canciones que necesitaban ver la luz”, según sus propias palabras.
Se rodeó para la ocasión de grandes músicos y mejores colegas. Por ahí andaban, entre muchos otros, El Cani- jo de Jerez, Javi Cantero, Tomasito, su hermana del alma Anita Kuruba o Juanito Makandé. Los frutos recogidos de la cosecha no pudieron ser mejores: con- siderado uno de los diez mejores discos de world music por Mondosonoro, “Sumando” propició a Chiki Lora una extensa gira con más de 50 conciertos y citas fuera de nuestras fronteras en países como Cuba, Eslo- venia, Hungría y EE.UU. Casi nada. Aunque nada ajeno para él, tan habituado con sus anterior banda a girar no solo por toda España, sino también por territorios tan variopintos como México, Francia, Jordania, Costa Rica, Marruecos o Dinamarca, entre muchos otros.
Con Juanito Makandé ahora como co-productor es, precisamente, con quien ha estado cocinando, codo con codo y a fuego lento, ese nuevo disco que verá la luz este 2019: “Ura”. Grabado en los estudios La Luciérna-
ga de Mallorca y co-producido por Makandé, en “Ura” Chiki Lora se ha vuelto a rodear de un estupendo elenco de músicos: Enrique Rodríguez a la trompeta, Roberto Elekes al trombón, Jesús Bachiller al bajo, Rodrigo Díaz “El Niño” a la batería, José María Sánchez “Cor- tina” al teclado, el propio Makandé a la guitarra, coros y percusión, y Jorge Manuel Masaedo a las congas. Ade- más, Chiki Lora ha contado con la colaboración inesti- mable de Alejandro Gutiérrez, cantante y compositor de Habana Abierta, en la grabación de “Por hablar”, y de María García, mitad del dúo Aitor y María, en “Tan- guillo del Ura”.
l primer avance de “Ura”, disco que llegará a finales de marzo en esta ocasión bajo el sello Satélite K, podremosdisfrutarlo ya desde este viernes 22 de febrero. “Ca- minando” es la canción elegida por Chiki Lora para emprender, una vez más, un nuevo sendero. No podía ser otra.
Y hay ganas de acompañarle también una vez más en su camino.